Tengo una canción,
una habitación,
tengo una muñeca que regala besos.
Nada en especial,
un emotival,
no sé cuántos huesos
y una foto de papá y mamá... ¡qué jóvenes están! .
Tengo que aprender:
uno y uno: tres.
Ya sé que la vida es una herida absurda.
Ganas de matar,
dos copas de más,
una risa curda,
un libro viejo de Robert Arlt
que no me deja en paz.
Tengo una cruz
de estrellas en el sur,
y además,
hoy por hoy, dónde voy?
loco, mareado
por los focos de azúcar y de sal,
de miedo y vanidad.
Del siglo que cumplí,
del pibe que no fuí,
de todo lo que deja cicatríz.
Y no hay manera de evitar
el salto mortal de vivir.
Miércoles!...
jugo de ceniza,
lunes...
pétalos de tiza en el cristal.
Y... en fin,
tengo todo lo que perdí,
fumo Parisiennes, toco con Chopin,
cultivo mi jardín.
Me pone triste el mar,
y cuando tardas en venir,
mi cama es una cama de hospital.
Tengo una muñeca que regala besos.
Y además...
tengo una muñeca que regala besos.
(TENGO UNA MUÑECA...- FITO PAEZ)
-DISFRUTENLA!-
En algún momento del sentimiento, me pone triste el mar
pero por otro lado, no.
Que lindo el mar, no?.
Siempre hay cicatrices, pero no son el punto central de nuestra concentración.
Quisiera, en mi cristal, pétalos de tiza que deja la lluvia en una noche fría.
Con respecto a los besos?
- Cada uno sabrá...
Cuando escuchen el tema, sentirán aparte lo que cada uno pueda, según lo que tenga adentro.
Imagen?...naa, suficiente con las que vendrán a su mente en el momento en que fluya el sonido.
Cada Uno pinta con sus propios colores. Y mi pintura mental fue la sensación de lava que se funde cálidamente, deslizándose de una manera exquisita, hasta quedar convertido el paisaje en un telón que, apesar de ser oscuro, tiene su propia luz.
Tirate al piso, baja las luces, pone play y soltate nomás...